viernes, 3 de febrero de 2012

Alberto Gagetti

Fragmentos de: infierno en Tokio


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después del naufragio celeste


en la proa del bote dado vuelta


allá voy ahí veo la valija con mi nombre


y hacia mi nombre por defecto voy


como los fieles a su fábrica


constato el estado de desastre


cabeza abajo cortando la amargura


el infierno es un compacto mar




no importe el modo he dado una vuelta de campana


la quilla del bote reluce en un instante sempiterno


el mástil me ha salvado de un aplastamiento seguro


ante el embate de las olas no debo envanecerme


hago el máximo esfuerzo por estar despierto


Tokio es mi nombre


mis articulaciones sin control giraron hoy alocadas


disparados campanarios nos aturden


muchachas repican en sus yunques


casas voladoras levitan en plazas de pueblos


vestidas de gimnastas del baloncesto




oh musculosas perdiendo agudos estribos


enlazan sus caballos con risas amazónicas


qué risa la risa que las riza


para vestirse de ángeles


estampitas plenas de gracia


no importe el reluciente modo


el infierno está hecho de llanto


las lágrimas ardientes


¿qué clase de juguetes son


a qué derivan?




en un canasto pasa de todo


en nuestro comprimido tiempo


en la compacta quietud


envueltos recordamos


recuerdos y fábulas


de vidas vividas


tan iguales tan distintas


uno es uno y es tantos


como números de serie


y fechas y partidas



mi mente funciona en varios planos


los días ocurren a velocidades desiguales


entre la voluntad que se pierde


y la felicidad que se obtiene


la tierra prometida enamorada



ya no distingo los elementos


en todo me disuelvo


en los ojos de las muñecas con un brazo fuera del canasto


también mis naves se han vuelto cielo


y ahora en tierra giro y me aventuro


montando los pegasos espectrales




un recuerdo del verano y otro y otro


la luz con tanto fulgor luce


que enceguece el oro


por la pasión atesorado





ahora viene la invasión de pensamientos


aquí estoy galvanizado en mi traje de astronauta


bajo un casco de buzo lleno de chubascos


y aguaceros de ondas electromagnéticas


estruendos con visiones de helicópteros


saltando sobre cada molécula el instante


en la calle enormes caracteres laten


desde las teclas de un xilofón


el fluir de los autos se atornilla en el más allá


soy amuleto del hombre sentado allí


mirando desastres artificiales y naturales


luego de la pelota pasa el niño


el niño es el padre del hombre


el niño que el hombre alguna vez fue





ahora es mi cuerpo un inánime revoltijo


en la nulidad opaca de un tiempo sólido


en fila los canastos forman una caravana exhausta por el éxodo


durante la mudanza sólo estamos ansiosos por desembarcar pronto


en un país carente de elementos sin tierra ni agua sin aire


en la compacta penumbra del canasto laten


inciertas sospechas conspirativas posibilidades


pero es sólo otra mudanza


otra suerte de control de calidad


peaje check-in lista de espera aduana de nuestra resistencia


nunca se sabe qué hay del otro lado



la dispersión de nuestros más frágiles deseos


tal vez eso haya, y a un lado y a otro nada


nací en China armado en Tokio


me largaron desde una gran madrépora


después me sacaron de una cáscara


para llevarme ante el perfecto prefecto


controlador de calidad


he cruzado los mares y saltado continentes


a este lado de la tierra todo parece más lento


espero ver un mundo hermoso y perfecto allá afuera


un mundo herido de amor y dolor




de pasión según me han dicho


bajo la luna que alcanzo a ver por las hendijas


el mimbre da leves quejidos, y en la espera


esa luz de afuera


luz de ningún lado


por ahora duele



[.....]


sirena majestuosa


hallaste esa cartera donde guardar alhajas y maquillaje


debo prevenirte que al cerrarla te llevará


a incógnitas alturas tal que un trasbordador


dame entonces tu mano muñeca


antes de incrustarte en el sol


no te rías no deberías burlarte


ya nadie creería en tu canto




camino y el mundo me invade


como a un extraño en tierra extraña


como si fuera yo el remolino


de la corriente de los día que he de vivir


que he de vivir el vacío estos intersticios horarios


estos aplazamientos de un momento a otro


embotellamientos de secuencias esqueletos de dinosaurios


pliegues y repliegues donde el tiempo es cobija


pero que esta luz me abraza


sea posiblemente tu dicha



yo y todas mis accesorias geografías


el ser que habito bajo la piel por última frontera


seré cálido para ti


te abrazaré con toda el alma restante


y el mundo porvenir




ya nunca hablaré en serio ¿qué verso le hago?


O bien ¿cómo lo haremos?


¿como palomas? ¿como pececitos?


¿como el señor de mameluco y la agente de tránsito


¿en la ambulancia con las sirenas encendidas?


¿como si dijeras cómo quisieras que fuese?


¿cómo es que no podemos hablar de aquello de eso y de esto otro?


¿como en las películas sobre músicos entre pianos derretidos?


¿como en las series de Action League?


¿como príncipes de reinos deshojados?


[.....]

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