sábado, 18 de diciembre de 2010

Juan Demian

Vamos a ganar la guerra

Vamos a perder la guerra.
No quiero un C3.
Ni un dpto en Belgrano.
Ni una mina con las tetas hechas.

Quiero vivir en la selva.
Con ese olor a pólvora del sueño.
De ser libres.

Con esa idea del mundo bastardeada.
Por una camiseta.

Quiero creer que aun existo.
Que mi transitar este mundo,
Esconde una meta.

Ya no quiero despertar mañana.
Y que el mundo me entristezca.

Y ver como en un corto,
Caminando por Corrientes.
Todas juntas las miserias.

Quiero invitar a todos esos pibes a una fiesta,
Donde sobre pizza de Las cuartetas.
Pero que nadie se las regale.
Y mucho menos esa gente paqueta.
Que vive enpaquetada.
En una nube de Armani.
Que da aroma a su existencia berreta.
Para acallar el hedor de su esencia putrefacta.
Su transitar sin alma.
Sin sueños.
Sin cometas


Del amor

Siempre que hablo del amor,
Hablo de uno que no existe.
Que no sentí
Ni en mi mas remota pesadilla..
Uno que me atrapa.
Y ya no me deja.
Se encapricha conmigo.
Y me lleva de viaje.

Y en los confines del alma,
Me dice bajito al oído.
Te quiero.

Te quiero,
Imperfecto,
Te quiero loco.
Te quiero etéreo.
Así te quiero.

Y quédate conmigo.
Porque ya no te dejo.

Y si queres volar libre.
Disfruta el viaje.
Pero volve siempre conmigo.
Que yo te espero.

Siempre que hablo del amor.
Me convierto
En un idiota importante.

DESIDIA

Todos se quedan quietos,
preservan la desidia.
Como si fuera un don.

Y los convirtiera en seres
de otra clase.

Como si la mediocridad,
al compartirse
se extinguiera.

En un mar de rituales
mundanos.

Hacemos la comida,
cogemos,
cagamos.

Y en esa vida,
nos evaporamos.
Sin dejar rastro.

Sin sentir,
sin vivir.
Sin amarnos.


ESCRIBA


A veces,
escribo para salvarme.
Otras, para suicidarme en versos.

Para sacarle el cuerpo a la nada.

Para hundirme en el misterio.
Para que me iluminen las palabras.
Ya que mis ojos están ciegos.
Y todo lo que ven, no creen.

Invitados al festín,
del fin sublime, perfecto
y transparente.

Han quedado estupefactos.
Tildados para siempre.

A veces, escribo para salvarme.
La mayoría de las veces.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

ave manolo




*
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****
*****

Revolución

el hombre danza con sus pasiones,
no creas todo lo que dicen.
Cree en lo que tu piensas,
cree en tus valores,
cree en tu mismo.
Cree en lo que fuiste,
en lo que sos,
cree en lo que serás.
Cree en el aura de tu alma (radiante)
cree en que eres luz.

Cree en la revolución,
en la de él,
cree en la de todos.
Cree en que hay algo mejor
que hacer día a día.
Cree en que eres lo que
el mundo añora.
Cree en el hallazgo de las virtudes,
cree en lo sencillo,
cree en tu deber como hombre,
cree en tus sueños,
Cree... que eres luz.


*
***
****
***
*


Una canción de luz: ( Las tiernas madrugadas ) `- canción -


Una canción de luz,
Una canción de amor,
Que valga la pena parir.
Una canción intermitente,
Que haga revolución,
que eduque nuevas mentes.
Una canción mejor,
Una canción de eternidad,
Que eleve la moral y el ruego.


Desde la brisa me acompañará, entera.
Entera por soñarla despierta.


Una canción letal,
Una canción tajante,
Que alumbre en las tinieblas.
Una canción irrevocable,
Que siembre la obligación
De mirar la tierra.
Una canción de mar,
De bosque y de pradera,
De canto sin condena.


Desde la brisa me acompañará, entera.
Entera por soñarla despierta.


Eterna, eterna, de loca madrugada.
Eterna, eterna, de loca madrugada.


Una canción vital,
De canto indispensable,
De noche sin frontera.
Una canción indiscutible,
Que transforme en eternas
Las buenas madrugadas.
Una canción de mar,
De monte y madre selva,
de canto sin frontera.


Desde la brisa me acompañará, entera.
Entera por soñarla despierta.


*****
****
**
*

viernes, 22 de octubre de 2010

Albin




Montaráz

Arbóreas emanaciones
envuelven mi espacio orgánico.



Hojarasca que yace, inerte,
acallando el transcurrir.
Radiantes hojas conforman
cierta cobertura vegetal,
ornamentada por haces de luz.
Dentro de un regazo forestal
me aniño, retomando el candor
de quien descubre su real tamaño.
Savias puras a beber se ofrecen
desde vetas bajo el sol.
Verdeocres mantos
tienden su hálito
para vislumbrar una sutil conexión
con la naturaleza genuina.

Transito junglas frondosas,
sobre ancianas maderas me recuesto,


recobrando la capacidad oculta
de captar el rumor en la espesura,
interpretando una suave melodía rural,
que a la piel deviene follaje.


Noctámbulo

deja que la noche introduzca
su haz de penumbra siniestra
bajo el párpado.
Admite esta oscura profecía
que ahora ronda los tejados
latiendo como lengua de chacal
lunar y hambriento.

tu seguro círculo de luz seminal
se verá invadido, con premura,
por la irrupción brutal del
negro manto.
Y un misterio
podrá suceder sin necesidad
de responder a la conciencia
hace tiempo prisionera.


Ábrete a las sombras



Desde las cúpulas.


Creo oír tu voz llamando [...] distante
desde cúpulas desiertas
que hienden los cielos
tu voz reclama mi presencia y el abrigo
con que te cubría del viento otoñal
en los desvaríos de la inconsciencia
hallo el rostro y la tibia piel
de tu evocación frecuente

sueños(( ansías(( nostalgia
de un destino que no fue
entonces ¿porqué hoy
retornas agitándome el reposo
clamando desde auroras desguarnecidas
por mi compañía y consuelo?
abandonas así el destierro prometido
mientras que yo continúo
sumido en fatales espejismos
provocados por romances sin futuro
y el recuerdo de tu forma en el vacío


Torbellino

hay un carrusel
en la maleza de mi raíz
que gira sin cesar sin estruendo
sus espejos me retratan niño
azorado desde los ojos hasta
las palmas tenues de no asir

vuelvo a trepar los bólidos en escala
el caballo subeybaja
y aquel avioncito doble comando
que planea más allá de la cresta
verde hasta el cielo
Ah! mi hermana ríe
descifrando una sortija de augur
que sostiene el dueño del destino

cuánta vuelta das calesita
que me suspendes
en recuerdos
hoy no sostengo doctrinas
en boga ni me apresto
al tránsito por mejor carril

sólo ascender
sobre árboles en formación
y sentir el aeronauta torbellino
que tal vez mañana
me juzgue estático ante el bochorno
de una madurez a pesar mío


Salvo las aguas

Aves de laguna deleitan
mi sensibilidad amurallada
con su trino color al cielo
saltan fluyen vuelan
sobre gentíos lastimados
por tanto barullo a toda hora

también miro flores
radiar encantos para solaz
del caminante sin capital
que anima pasos hasta aquí
las orillas vegetales
los campos sin cruces ni herramientas
que sin embargo permanecen
bajo amenaza de tóxicos y desechos
producto del consumo a perpetuidad

no quiero pensar
que a mi descendencia
le esté vedado este júbilo
de comunión con la naturaleza
pues cuanto ven mis ojos
es de todos y de nadie
y por ello se debe respeto
a Abya Yala nuestra madre
la que provee y sustenta
la que dispone lugares para
morar compartiendo lo que nace
de su digna matriz planetaria



Arlane

lunes, 18 de octubre de 2010

Julieta Desmarás


Julieta Desmarás. Buenos Aires, Argentina, 1982 Gran parte de su infancia y adolescencia la vivió en el sur argentino. Redactora Publicitaria. Mantiene un Blog sobre poesía contemporánea y publica para diferentes revistas culturales, nacionales e internacionales. Actualmente, asiste a cursos de crítica e historia del arte y participa de talleres dictados por reconocidos poetas y escritores. Algunos de sus poemas fueron incluidos en la Antología "Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana" publicado por Lord Byron Ediciones, España. Se encuentra trabajando en la elaboración de su primer libro de poemas.




Ácaros de Invierno.



Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet

compartamos la hornalla

y tu boca se acomode en alguna grieta de la mía:

la helada viene hacia nosotros.



Y nuestros cuerpos en el revuelco

del instante

se disuelven como copos.



Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet

Te abrigues en mi saco de lana hasta formarse pelotitas

y tu boca sea una grieta de la mía:

la helada viene hacia nosotros.


ya no tendremos más que revolcarnos

al instante

la pava desafina gemidos y quema café.


Te invito a que miremos juntos el solsticio

La helada viene hacia nosotros

Y nuestros cuerpos en el instante

revuelco

se disuelven como pocos.

Ya somos

ácaros de otros libros.



África suya

A las seis y media comienza, para mí, la tarde.

Cazadora de palabras mosqueantes

revientan a la hora del té

y esas manchas no salen.

¡Salvaje, no vuelvas!

Mi silueta, al igual que estas tierras,

duerme al costado del vacío.

Alguna vez, sí, habrán congeniado.

Es una gran selva el amor,

erosiona grietas y estrías

y suaviza al león.

¡Salvaje, no vuelvas!

de mi pollera, al igual que esas cebras,

te acordarás a la hora del té.


(De mi pollera, al igual que esas cebras,

¿te acordarás a la hora del té?)


Julieta Desmarás, 17 de Septiembre, 2010.


Hombre alado

Hombre, ¿qué es lo que ves y tensa tu porte?
¿Será el tormento del don
que adivina tus pies en el suelo?
¿Qué harás, hombre? Anclando lunas con tu peso de niño.

Estás vivo y te inquieta el batir de tus alas.
Transparentes pero no invisibles
declaran y sentencian
desolación.

Hombre, fruncís tu boca.
Pero es inevitable,
con mate se hincha el cuerpo.
No hay silencio posible.
Es inevitable,
tu voz siempre será ruido de calle.

¿Qué harás, hombre? ¿Anclando lunas con tu peso de niño?


La memoria (René Magritte, 1948)


Pasará, pasará, pasará

mufa un tata.

Y volverá, volverá, volverá

como todos los días el tren.

Las nubes pasajeras,

la hoja inmadura y arrancada,

lo bello y lo feo,

un día; no cualquier otro,

se refriega en su cara.

Las cortinas abiertas,

un cielo ingenuo posa,

insiste sobre la ventana.

Sanará, sanará y pasará.


De vez en cuando, el día es perverso;

dura lo que duele una nube pasajera.

sábado, 2 de octubre de 2010

Julia González


La metamorfosis de Julia *


Todos los perros del mundo ladraron a las 6.36,
estaban anunciando un desastre ambiental.
Los escuché y desde entonces no pude dormir.
Estoy conectada con todos los seres que no son personas
y cuando se comunican entre ellos, los oigo.
Pero éste es mi mundo,
tan rígido,
donde no siento nada,
que quisiera transformarme en perro.
Me envuelvo en una manta de lana
aunque escapar del frío de la madrugada es una misión helénica.
La computadora huele a motor,
y un vaso de agua ayuda al malestar,
relajando el estómago por donde suben las arcadas.
A mi izquierda,
la cortina liviana se mueve por el viento
detrás de la bisagra detrás de la persiana cerrada
detrás del anuncio de los perros,
y trasluce una ranura de plantas de tierra oscura,
y un pulmón de manzana empapado por el desastre climático.
El estómago relajado remueve las nulas emociones.
No siento nada, sólo un bloqueo de cuerpo muerto,
enroscado en el piso, mordiéndose la cola, las patas,
y mi amo que no se levanta.

* otro posible título es Laberinto sin Bowie

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Panacea II


¡Acá está!

Sus textos caminan con otros hombres que cantan en random.

Todos hombres aleatorios.

Dice que le gusta el nombre de mi libro,

me sonrojo de balde porque nadie me ve.

Soy libre a las 2 am

por primera vez en el día.

Niños corren dentro mío,

más allá está el encierro,

es un matorral de espejos.

A dormir, chicos.

Vayan con el silencio, vayan por allá que hay sopa,

shh, que les van a leer.

Veo el cuerpo rígido desde acá,

es un terreno bloqueado,

pero el griterío va desapareciendo con zoom.

Y los cantautores se sientan a la mesa,

se sirven whisky en vasos chatos.

Todos son hombres que cantan lindo y lastimero.

Todos jóvenes menos uno.

La panacea es la noche sin rejas.


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martes, 21 de septiembre de 2010

Pola - Santiago, Chile.

....


Soy libre de ser fuego o ser agua
soy libre de ser aire o viento
soy libre de ser flor o ser musgo
soy libre de ser o de ser.


....


Atesoré momentos mágicos que se quedarán guardados en el baúl del pasado,
quise ir contigo a tocar estrellas, llegué más pronto de lo que esperé al suelo de una vez.
Me miro al espejo y no concibo ser lo que veo,
no hay armonía entre yo y yo.
Se quebrarán mil y un cristales más,
reiré, cantaré, lloraré todo el mar que me queda por llorar.
El tiempo seguirá avanzando y seré más vieja,
y reiré más veces, y cantaré más veces (y más, y más, y más...).
Caeré tanto sea necesario, y volverá a temblarme la voz.
Soy un grano de arena en el desierto,
soy tan pequeña que me pierdo entre las sábanas,
pero...
creceré como ya he crecido...
y me los devoraré a todos.


....


por qué buscar algo qe ya está perdido si puedo dejar que el tiempo avance y me deje marchitar... por qué buscar tu sonrisa en un nidal si te puedo dejar florecer como tú quieres...?


....


canción+o-

Y llegó Pedro con su chaquetón café, cuando cruzó miradas con la joven damita, mientras, la música llenaba cada rincón de la antigua casa.
Quieren decir algunos que no había tal casa.
La niña sentada en su rincón, el suyo, el propio, escucha atenta todo el silencioso ruido que acontece a su alrededor.
Vio rodar una gruesa lágrima por la mejilla del pequeño hombrecito que cantaba folkclore. El hombrecito en tanto observaba pendiente las caras de quienes allí estaban, cuando divisó la sonrisa quebrada de la joven damita, y ésta a su vez, miró la cara que Pedro ponía al ver a la niña que bailaba incesante las melodías en su cabeza.
Había tanta complicidad entre los cuatro, que por mucho intentar los señores de alta alcurnia entrar en el juego, era trabajo inútil...
Cuando Inés, madre, esposa, musa y amante comenzó a escribir cuentos en su cabeza, llenaba los espacios con palabras que oía del hombrecito gris que cantaba folkclore, hablaba de la fuerza, de la rabia, del amor también. Inés toma del brazo a la pequeña niña, mira celosa a la damita, hace una señal a Pedro, quien se acerca y la besa en la boca.
El hombrecito entretanto, el amante efímero, termina de cantar su canción...


....


Porque no importa lo que late,
porque no importa lo que siente,
sólo importaba lo que ya no es.
Las voces en mi cabeza han ganado,
las miradas ajenas ya no son las mías,
sólo buscaba la suya...pero será ya tarde.
Caerán estrellas del fondo del mar y habrá lluvia,
huracanes, tormentas y tormentos.
Laten como no latían, caen cuando nunca subieron.
El silencio me abraza, el mismo , se apodera de mi voz.
Luz del alba, llévame contigo cuando oscurezca.
Mariposa negra, llévame contigo cuando vueles.
Noche, déjame llenar de reflejos claros tus rincones.
Día, no ilumines, quédate donde estás.
La maleza y el sol, no son lo mismo?
Son venas, es negra la sangre.
Remordimiento, no lo sientes?
Te escudas en mí, pero no eres el único.
Los otros tratarán de aniquilarme,
pero yo sólo seguiré sonriendo.
Era adicta a ti, unicamente quiero terminar,
vanagloriar lo que nunca hubo.
No creas que es tan fácil,
las lágrimas corren por dentro (a veces por fuera también).
Erré, erré, erré, y volveré a equivocarme mil veces,
pero ni el pasado ni el futuro me importan.



....


Contacto con la autora: nice.ow@hotmail.com

miércoles, 1 de septiembre de 2010

D.R. Mourelle



Hija que baila


Gotas de sal sobre la mujer
engendrada — más de una vez
por la mira de estos viejos

vestirse o no
desnudarse
o no
rasgar la trama que pudiera
tejer sobre la mesa
para girar a media ropa
devorante y más

manos estiradas
quieren arrastrar la oscuridad
hacia aquí :

cuarto de hotel sin salida
para no morir a la intemperie
temblor en los tejidos
de la mujer que los construye
y vacía

Apenas instinto
el humo frío repta
por mosaicos
hasta los muslos de lo oscuro
y deja ver entre viejos
un padre y una hija
para este cuadro de hogar

ingles blancas
hacia atrás
vestirse no

con el cansancio rechazado
esquivando la suma de los años
la acechan para procrear

entre luces rojas y azules
de violencia que se despide
los ojos graban un puente :

nadie lo imagina
las bocas medio abiertas
graciosas casi
en equilibrio sobre la libertad
del alcohol

Gracias — Señor — por esta hija

gracias por los pantalones
franela del invierno
por esta alegría de muslos
compartidos
sobre el mosaico
entibiado por el humo
fumador de doce memorias

Todos se estiran
iguales
viejos y jóvenes
padres posibles
para la mujer que engendra
más de una vez
vestida y entre arrugas


Pie de poema:
Fantasia della donna che balla, e del vecchio / che è suo padre e una volta l'aveva nel sangue / e l'ha fatta una notte, godendo in un letto, bel nudo. / [...] / Sembrano tutti suo padre i vecchietti entusiasti / e sono tutti, malfermi, un avanzo di corpo / che ha goduto altri corpi. [...] / [...] In silenzio / fuma il padre e l'attende che ritorni, vestita. / Tutti attendono, giovani e vecchi, e la fissano; / e ciascuno, bevendo da solo, ripenserà a lei. /// "Paternità"; Cesare Pavese


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Coro de sangre


Ametralla sin descuido
no deja hueco sin llenar
la interrupción no es su oficio :

busca la orilla blanca
infinitamente
próxima al vacío

Será padre
abuelo y más — incluso
sin saberlo

Como poste
cada bala define el paseo soberano
golpes regulares
alta precisión en las medidas
no deja ayer para mañana

Antepasado sin nombre
distribuirá su cotillón de tajos
salvo a su metralla imparable

No se acerca
somos demasiado mundo
para su tarde
cuando descansa y carga
otra ronda de cartuchos

Oculto en la escuela
lo hallará su descendencia
con un par de mariposas
nacidas
de su oído


Pie de poema:
[...] Tacere è a nostra virtù. / Qualche nostro antenato dev'essere stato ben solo / —un grand'uomo tra idioti o un povero folle— / per insegnare ai suoi tanto silenzio. /// "I mari del sud"; Cesare Pavese


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Línea de tormenta


Tejida en columna
quebrada
sonríe ante su ripio
insolente
trepa sin remedio

como turba llega — al cruce
y sale fingiendo no saber
dónde se encuentra

Observa los silencios de la cura
en complot
sabe del vicio
peor que su golpe
enjaulado entre sales

Quiere romper cuanto sume
para verse fuera
sigue la curva del salvavidas
casi ahogada
grita

De cara a lo fatal
ineludible
se hunde con su nombre
de bandera
hecha jirones


Pie de poema:
He sent up his words, tripping over each other, crowding the narrow tube. They mounted as if into a silence of a storm. And Jukes wanted to be dismissed from the face of that odious trouble intruding on the great need of the ship. /// "Typhoon"; Joseph Conrad


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Poemas tomados de la colección “In-versiones”

D.R.Mourelle nació en Buenos Aires, en 1954.

Algunos de sus libros publicados :

El cuaderno-con-tapas-de-hule-negro ; 1994

Sporran ; 1998

Hacia lo fragmentario ; 2005

Gibson ; 2006






martes, 10 de agosto de 2010

Pablo Queralt

FRAGMENTO DEL LIBRO PUEBLO DE AGUA- ED ALCIÓN 2007

esta la vida que muerdo, murmuro canturreo silbo su dialecto para que no muera
pueblo y agua que hacen la memoria
entre la humedad y las cifras que quedan atrapadas
impares en los mosquiteros
pero tiran flores y tomates para fin del relato
vamos subiendo la cuesta
en este jardín las flores son bombachas blancas, esta la de mi tía
estas diminutas las de las chicas de enfrente
cada cosa para lo que es dado
flor verde mantel rosa
y así el cementerio de los elefantes
van a morir a orillas del río porque allí las hierbas
son papillas para sus dientes gastados por los años
historia leída en las aguas del acuario
que hoy es solo un charco bajo nuestros pies
contada con los 5 dedos de una mano que acaricia el sueño
flores achicorias abejas avispas duraznos
información de esa naturaleza que comimos y cierra el círculo
código que nos reconoce en las caras mas allá de las anotaciones mutaciones transformación de una memoria puente de los arco iris
en las barrancas del lorero
una sola voz y su eco
Eolo se baña en el rio Cosquín entre las nereidas
Y yo nado con Raulito Gustavo Hilda este es nuestro juego
el que llega primero toma naranjada trinaranjus
y los tamariscos en el viento serrano cortando el calor del aire
de qué canción salió el pájaro que lleva en el pico mi pueblo de agua
escuchamos seguimos en la inocencia
música de la cajita
despierto ¿en el sueño? ¿en la película en la realidad? en esta nostalgia de un país ¿que conocí? imagino, sueño, vivo,
navego sus aguas azuladas en brazos de Morfeo
chorro del recuerdo que tomo en ese aire trama que me contuvo y hoy es aire corto que apenas alcanza
entre mentira leve y mentira grave vuelan las palomas
en ese minuto que están quietas
disparo
la pregunta la respuesta
¿adonde viajo ahora para encontrar la próxima palabra?

***

LALEBLAN -inédito poema eroticohot-

Y tan interesado que
Estaba anoche
En ese perfume

Que la gente en el cuerpo
Se confunde

Solo somos en él por un tiempo

Y las flores que da

Esta es tu riqueza adorada
Casa de las plumas
En el reverdecer abre sus botones

Se me abre al medio blanca culona
En babydoll soñada
Imaginada como en el bar en las botellas
En esta puta ciudad en tus sabanas

Y justo cuando la tenés
Ahí salta estalla
Somos demasiado poco para
Esta mamona brutal

Pero
Ya viene dulce mariposa
Abriendo sus piernas su miel
Sus alas en el oro del maíz
En el tambor cantás bebes dulce vello


De su culo que se alza cadenciosamente
Los dientes se entrechocan gimen de placer
Y justo de una culada penetrada en el tintineo del clítoris
Y el vaivén del vientre contra su culo apretado a sus nalgas
Todo ese calor



Todo lo que aprendemos sobre la marcha

Y su enorme látigo
Saliva y semen mezclados

Vacaciones que necesitamos
Placer en el placer
Y más

Vení a encularme, aullaba
Mientras sus nalgas se abrían y cerraban

Su teléfono siempre sonaba
Cuando estaba en el baño
Desnuda


Y atendía y hablaba
Desnuda brutal corpórea
Horas en el teléfono
Su concha abierta turgente

Desnuda para la ventana
Para nosotros
Que poco podíamos hacer
Sino entrar en la pantalla




Y buscar en esa calles
Lo más parecido
Hasta romper la semejanza
Lo que enamora el deseo
La pasión desenfrenada




Y en ese otro frenesí encontrado
Crear otro tótem
Otro idilio, otro culo
En imagen y semejanza


Como la de la hot
Que encontré y me tira

Me gusta tocarme la concha
En bolas o en bombachita
Cuando ya no puedo más

Pero los videos pornos caseritos
Se borran al verlos
Así que hay que volver a hacerlos, papi

lunes, 26 de julio de 2010

Agustín Pisani

Extractos de: Sin Mon Nefas

Contacto con el autor: agustinpisani@hotmail.com


Non Thue

Sin inspirarme en el paisaje, las piedras, tábanos en mis pies, secuestran mi mirada y tu huella a mis pies. La adrenalina salvaje en la embestidura del agua de tus ojos provoca olas en el lago que ya casi descansa a mis pies. Quizás te llegué este mensaje en la botella o lo capture un pescador, prefiero dejarlo escrito en el papiro de mis pies. No sé leer la partitura del lugar, imagino en el espejo y te acuso con el dolo de querer. Instancias decisivas, cálculos extravagantes, el cuero sucio, las posibilidades mínimas de tenerte y más, tener. El señuelo de tu boca, la comida rancia, la pupila de tu voz rompen a pedradas esta choza cansada de aletear. La sangre o tus microbios se escuchan con un eco, sueltan las parodias del pasado y unas chispas que enceguecen las fronteras entre vos y otra sensación.


Cuánto nos falta desaprender

Qué ideal que suena esto para la vagancia que se junta cada tarde en la placita, para los alumnos del último banco, para quienes ignoran sus “faltas”. En fin, para muchos. Sin embargo dudo de la existencia de asuntos más jodidos. Romper el hábito del cigarrillo, de la tensión innecesaria en el músculo inmediato inferior al cóccix, reeducar nuestra respiración, la forma de mirar, recordar que hay un ser humano del otro lado del chat; entonces: reconquistar la manera de pensar (que es siempre lo que influye en todo lo demás).Qué difícil dejar de lado lo aprendido por imposición, para tomar una nueva imposición que promete ser mejor que la anterior; pero que no es más que un nuevo modo de… lamento en este preciso instante no recordar aquello que escribí durante una clase de simiología, quiero decir: semiología. Estaba yo, gracias a mi magnífico poder de concentración, tan poco divertido que escribí lo siguiente (pero muy distinto): $%&%$·”!%$%& y más. Luego llegué a una conclusión: lo que estaba estudiando en ese momento no era más que lo refutado por un tercero que a su vez y, tal cual el otro también lo había hecho (valiéndose de la teoría previa) iba a ser refutado por un diferente quía y que así sucesivamente se seguirían refutando por los siglos de los ¿Siglos? Estudiar en minutos o en cuatrimestres, vidas de
seres que canalizaron su máxima energía en lo que ahora uno toma derretido de diversión, suele aparecerse en mi balero como algo radicalmente despectivo. Después de todo pensaba yo, la puerta está abierta y podés ir a aburrirte por ahí. En las radios o en las teles o en los medios (que deberían llamarse enteros por su importancia, pero nulos por su mensaje próspero de comunicación), digo entonces en los nulos de ética; pasa algo muy parecido. Ya no importa. Una vez más, gracias a mi poder de concentración desvié el tema principal. Quiero explayarme pues, en la red de subterráneo de París. Termina siempre esa trama en los mismos lugares, pero cada viajante va, si bien por la misma senda, por diversos trayectos. Como sostengo lo de la semiología, defiendo lo del año bisiesto también. Qué difícil desaprender las técnicas que aprehendemos. Qué difícil aceptar el vocabulario formal en una tribuna de fútbol, qué situación querer comprar una computadora con especias. Se sobrevive o se vive. Se vive o se vive plenamente. El pulgar hacia arriba, hacia el medio o hacia abajo. Norte, sur, este, oeste. Cómo desprendernos de cuatro puntos cardinales que preestablecen al mundo que observamos. Qué sería del ser que no posea ubicación, digo; además de desubicado, aprendió gracias a desaprender que de las dos formas, se puede cada uno tanto ubicar como desubicar. El perro si obedece es inteligente, los seres humanos si acatan órdenes no siempre son inteligentes. Obtener un uno como nota en la escuela en Alemania equivale a un diez. El naipe aquél es el mejor para “la canasta”, no así en “el truco”. Simultáneamente vemos cómo todo es relativo y cómo esta afirmación resulta absolutamente cierta. Causa gracia tal vez, pero aunque sea por un momento
el perro es absolutamente inteligente, el uno es la mejor nota, etcétera. Es una cuestión de perspectivas. El problema es creer que lo que se acaba de afirmar es cierto, o sea, lo es pero sólo en parte. Se desconoce un fragmento y se testifica el hecho desde lo conocido. De este modo es como andamos por la vida, a medias. Por lo menos no vamos descalzos, aunque tal vez eso nos ayudaría a dejar de pensar sobre cosas como estas, de una estirpe completamente ficticia, irreal, que sin conciencia lastiman a la raza humana tanto como los perros inteligentes.Qué sendero el de desaprender y aprender, qué comodidad tan ficticia como hipocondríaca resulta lo que tenemos. Sólo me cabe pensar en pensar positivamente, “Yo pienso positivo por eso vivo, por eso vivo”, escuché en una canción mientras mi amigo me terminaba de despertar con el teléfono… habían caído las Torres Gemelas, era un once de setiembre sin clases, como todos los once de setiembre. Recién hoy me entero que los once de setiembre no hay clases porque es el día del Maestro. Sé que me he desviado completamente por culpa de esta última apreciación del planteo de las perspectivas, mas volveré al asunto, aunque sería mejor que cada uno retorne cuando se le antoje desde el punto que le plazca y si no se le parece… Qué difícil es desaprender que nuestras manías no son más que papeles que llenan de manera efímera el hueco que Lacan percibe siempre insaciable. Ese vacío que se enemista con las publicidades, así como el Coyote con el Correcaminos. Todo, claro está, desde mi perspectiva, que es la única que vale.


Elegir estar enamorado

Lo maravilloso de estar enamorado es que yo no elijo. Si hay que salir con amigos alguna noche o simplemente hacer algo en alguna casa, siempre es para líos. Que adónde vamos, que cuáles son las opciones y si nos quedamos en qué casa y qué hacemos y a qué juego de mesa jugamos y qué película podríamos llegar a ver y qué y cómo y dónde y hasta cuándo y lo peor y lo mejor y etcétera. Por eso siempre es bueno tener a alguien que elija, ya sea por conveniencia o porque sí. Cuando yo estoy enamorado no elijo si es linda, arbitrariamente lo es. Tampoco pienso en la ropa que lleva porque siempre tiene puesto el vestido gris con rosas blancas y alguna pintita roja que tanto promueve mi enamoramiento hacia ella. A veces vamos al teatro o al cine a ver una de esas de terror, pero yo me entero lo que hice porque me lo comenta ella. Recién cuando me desenamoro y veo los tickets de las salas de cine y teatro, reparo en mis acciones. Cuando yo estoy enamorado me dice algunas cosas como “soy muy feliz a tu lado, amado” o “la cena está lista, cociné lo que más te gusta”. A veces me suspira (soy completamente consciente de ello) que lo único que quiere es irse de viaje conmigo a alguna isla paradisíacamente desierta. Cuando yo estoy enamorado ella cuenta las mejores historias para dormirme, también deja perfume en cada retazo de mi ropa. Si no me peino
es pensando en que su mano jamás podría deslizarse torpemente por cualquier superficie. Yo me enamoro y encuentro campo donde después de desenamorarme hay pavimento estropeado. Por eso me enamoro, porque vivo una realidad plena, su voz no desafina y la tele hace bien a mi salud. Pero tengo un grave problema: Nunca pude elegir cuándo enamorarme. En esos momentos en los que estoy desenamorado sufro de un síndrome terrible que muchos padecen momentáneamente, ver la otra realidad. Esa verdad que te condena a los programas de la tarde, al zapping (que no es más que elegir y cuesta tanto hacerlo que yo le he sacado las pilas al control remoto). El bendito zapping. Los desenamorados sostienen que no es más que el síndrome de creer que uno se pierde de algo mejor, por eso cambian de canal. Intentan elegir. Intentan pero nada más. Su intento es el intento de intentar elegir, por eso yo quiero enamorarme; no elegir ser tonto o inteligente. Porque hay que ser inteligente para elegir entre ser tonto o inteligente; bueno o malo, de postura correcta o insalubre. Asimismo en las elecciones todos perdemos (no estoy hablando de política). De todas formas, una vez escuché que todos estamos enamorados ya sea de objetos, de “súper yos” (o yoes, o hasta de yoyos o yo yoes), de gente o de programas de TV. El estar enamorado dicen que es un hipnotismo, pero no sé si es tan cierto. Cuando yo me enamoro regalo flores a los taxistas, pongo carteles de “busco empleado” en cada comercio; juego a la ruleta rusa con pistolas de agua y de vez en cuando meto un gol en la “Bombonera”. A mí el “estado hipnótico” me enaltece como ser humano, ser humano que nunca elige; para ello hay otra gente que trabaja de eso. Hablo de política y de economía, ahora sí. Por tal motivo me enamoro de un gusano que canta bajo la lluvia los martes de primavera - verano; pero los otoño- invierno… ahí me las rebusco. Me refugio en mi casa, que es
el futuro enamoramiento; dejo que otros tomen decisiones por mí, total para cuando entra el calorcito, yo ya estoy enamorado y ella me prepara siempre ese manjar tan exquisito.

lunes, 5 de julio de 2010

Rönna

técnica: dibujo
título:amor calle abajo












técnica:Foto intervenida

Título: serie: face-book-city



miércoles, 26 de mayo de 2010

Eddy Morales - La Paz - Bolivia

Contacto con el autor: http://eddy.morales.rios@gmail.com


Las palmeras canarias

Esquivar los veloces taxis y buses en la principal calle del centro de La Paz, mientras procuro encontrar un pequeño espacio en la acera repleta de vendedores y personas, para detenerme un rato a tomar impulso -pero no aire-, y luego volver a brincar a la calle a seguir esquivando los veloces taxis y buses, no es lo que más concentra mi atención. El bullicio, el humo del diesel, las calles semejantes a un bazar asiático y los vehículos veloces alborotan tanto la principal calle de La Paz, todos los días y a toda hora, que el fenómeno se ha tornado monótono e irrelevante, excepto tal vez para algún extranjero aficionado al turismo bizarro. En cambio, vale la pena ver, observar, admirar y contemplar las dos palmeras canarias de la plaza, al final de la calle. Estos monumentos vegetales ya existían en los años 70s cuando la perspectiva de mi niñez me hacía ver La Paz como un sitio ideal para tener aventuras, y estos árboles aunque más pequeños que ahora, eran la representación del misterio, porque por más que lo intenté, nunca pude trepar a su copa. En aquella década era posible establecer una clasificación de los árboles por el grado de dificultad para treparlos. Los del parque zoológico eran los más fáciles, porque se trataba de una especie de setos de pinos que habían desarrollado con los años muchas ramas bajas y por lo tanto facilitaban enormemente el ascenso. Los árboles del jardín botánico y de la mayoría de las plazas de la zona sur, presentaban una dificultad media. Los eucaliptos del bosque de Pura Pura eran muy difíciles, aunque el placer de visitar el bosque estaba asociado a mi habilidad de saltar del tren en movimiento, eludiendo al boletero, y en época de lluvias se formaban charcos en medio del bosque donde habitaban ejércitos de sapos cuyos renacuajos eran negros y grandes, muy diferentes a las ranas de Calacoto, cuyos renacuajos eran verduzcos y más pequeños. Todo ha cambiado en La Paz, pero el lento movimiento del follaje que provoca la brisa en las palmeras canarias de la plaza, como queriendo mostrar su indiferencia ante el bullicio y desorden de la ciudad, posiblemente esté despertando nuevamente la imaginación de algún niño aventurero.


La idea


Se esconde en los sitos más inverosímiles de mi cerebro, pero en cierta forma la siento porque no deja de desplazarse entre sus neuronas y conexiones dentríticas. A veces trata de salir desesperadamente a la superficie, al igual que una persona que está a punto de ahogarse en el lago. Emerge, chapotea, da pelea, pero mi conciencia es implacable con esta idea y simplemente impide que mi voz la pronuncie o mis manos la escriban. Es por miedo a su letalidad. La imagino creciendo, difundiéndose en tertulias de café, en los buses y en los mercados, contaminando los conceptos que la sociedad da por ciertos, haciendo tambalear los cimientos de lo establecido, lo cotidiano y respetado. Aunque peligrosa para los individuos que viven del caos –y que se enriquecen con él-, mi idea no es del todo nueva; quiere volver a emerger impregnada de humanismo. Tal vez tiene más de sentimiento que de teoría, pero de eso se trata: hay que recuperar la capacidad humana del sentir integral, que combina amor, sabiduría y un estilo práctico de hacer bien las cosas. Es la más alegre de las ideas y por lo mismo la más seria. Quizás no la dejo salir porque sé de antemano que será un esfuerzo fútil. Pero si no lo es, valdría la pena arriesgarlo todo para que la lealtad contamine el corazón de los seres humanos.


Manzana mordida


No sé si existe el olor a manzana mordida, pero para mí es el olor particular que emanaba mi abuela, cuando acompañaba pacientemente mis juegos infantiles en el parque de la plaza de Uyuni. Por muchísimos años, me había olvidado de ese olor particular, hasta que volví a sentirlo emanando de las casas en un barrio viejo de Sucre. Los rostros que ahora veo en la calle me son completamente desconocidos, pero este aroma me hizo sentir en casa, un efecto similar al que me producen los techos de teja española, las paredes blancas y los jardines con pasifloras. Por primera vez hice conciencia plena acerca de la seguridad que me dio el abrazo de mi abuela y su beso cariñoso en la frente cuando -como resultado de una de mis travesuras-, me caí del carrusel del parque. Este recuerdo grato es ahora uno de los mayores tesoros de mi vida, al igual que el olor a manzana mordida.


Eugenia


La disposición de objetos en la habitación me dio una sensación de buen gusto. A pesar de que había algunos almohadones tirados en el piso sobre la alfombra, la manera aleatoria en que habían sido colocados, cerca a unas macetas sobre unas mesitas de madera, los hacía ver por decirlo de alguna manera, ordenados en el desorden general de la habitación. Unas notas de música caribeña envolvían la media luz natural del ambiente, calentándolo y tornándolo alegre, en sintonía con unos cuadros adornados con motivos étnicos que se encontraban guindados en la pared lateral.
Eugenia apareció por la puerta del fondo de la habitación y corrió para abrazarme. Su aroma se esparció por mi cerebro y su cercanía me hizo sentir feliz. Comenzó a hablarme y me preparé para disfrutarla, porque una de las cosas que me hizo enamorarme de Eugenia fue su amplio conocimiento de la literatura clásica. Me contaba anécdotas extraídas de libros, de pronto y sin anunciarlo recitaba algún poema exuberante, o me explicaba situaciones vividas por amantes en tiempos y lugares recónditos. Su modo de describir lo leído era una obra de arte en sí mismo; añadía elementos contextuales para mayor claridad, cuidando de mantener la esencia del relato.
Esta vez no pude comprender el sentido de su relato. Dos amantes se encuentran como por casualidad en la fiesta de fin de semana de un pueblo alpino, y después de bailar unas piezas musicales, la muchacha decide marcharse para evitar que su madrina se de cuenta que salió furtivamente de la casa. Eugenia con una sonrisa dulce me dijo:
- ¿Y por qué te preocupas? Solo disfruta lo que te cuento, no tiene que tener necesariamente un mensaje.
Luego me besó con dulzura, haciéndome palpar las nubes con los dedos. Así es ella: siempre deja claras las cosas. Me educa con amor acerca del amor, y me parece que ésa es la mejor forma de amar.
El ladrido del perro en el patio a causa de un auto que pasó velozmente por la calle, me hizo perder la concentración. Me di cuenta que tenía un libro entre las manos y Eugenia no estaba conmigo. Desde que Eugenia se marchó ya nunca más pude dejar de leer y en mi locura por su ausencia, aún la imagino relatándome aquello que leo en la soledad de mi habitación. Esa habitación con almohadones desparramados desordenadamente sobre la alfombra del piso.

sábado, 1 de mayo de 2010

miércoles, 28 de abril de 2010

Sebastián Nóbrega

Contacto con el artista: s_nobrega@hotmail.com



Silla - óleo sobre tela - 2004





Niña blanca II - óleo sobre madera - 2008






Rojo II - óleo sobre madera entelada - 2006





Tren I - óleo sobre tela - 2004





Huevo - óleo sobre madera - 2005




Zapatilla - óleo sobre madera -2008





En algo andan - óleo sobre tela - 2005

martes, 23 de febrero de 2010

Juan Desiderio


De Angeles Parricidas


Velocidad en tus palabras que imprimen el aire.
Qué frías las carnes de la despensa urbana
si vas por los pasillos, no olvides los ojos
porque los colores salpican las paredes del cielo.

Pastillas letales y el ron de la avaricia
la mente se busca entre los cabellos muertos
y la fibra en este día, bendito sea este viaje
se hace estática en el alma y reposo en el cuerpo.

Bailarina que miras por los agujeros de la raza
lo disperso no puede unirse en multitudes
porque el camino incierto es hoy una avenida de carteles
y el futuro no es más que una ruina sin nombre.

Quermesse tibia y falsa como junio
desde acá se ve una zona en la quimera
nada por tus tierras que conmemore la ciencia
con la que se quebraron los animales de tu suerte.

………………………………………………………………………

La cantante inyecta la presión de su voz
en el aire.
Va por el azar,
queriendo tocarnos.

………………………………………………………………………

El enfermero bajaba el interruptor
y mi amigo era un ángel ardiendo.
Consagraba su mente en un cielo
que parecía un horno.

………………………………………………………………………

Se estira como pose de Da Vinci
donde un tipo tiene líneas que lo cruzan
marca su piel altera la imagen
su casa de nylon lo calma.

El sueño es lo que el color no puede
la mano se piensa abriendo el cielo
la mano se pide por lo que gana.

Trucos nuevos, la pasión es la potencia
con la que movemos nuestra parte
y la otra en el silencio, se marea.

Y es mejor ser un mareado
que una mueca
buscadora de montarse a quien no vuela
y celebrar que caemos otra noche
viva el pie y la acelerada cremallera.

……………………………………………………………………



De El asesino de dios



Buenos Aires es tensa y dulce
Un valiant azul estacionado
bajo una morera, en la calle
donde asoma la anciana horrible,
que mira a todos los que pasan
por su vereda de baldosas humeantes,
cordones llenos de caries.
raíces que asoman de la pared rota del jardín.

Buenos Aires es tensa y dulce
Sus noches de secretarias perfectas
desde el cuerpo al cuarto de atrás
donde discuten sus sueldos
y sueñan con hijos
para dejar de morir por un rato.

Buenos Aires en tensa y dulce.
Minada de sótanos con poetas suicidas
y músicos al borde de la pala
que los llevará otra vez al asfalto,
para electrificar la calle
con cantos densos, visiones bajo el agua
fijos en las piernas
de la vedette del Maipo
que toma junto a su hijo
y lee un cuento de Jack London.

Buenos Aires es densa y temible.
La hecatombe debiera ser en Plaza Pueyrredón,
los profetas existen y la luz
del último vagón
se pierde entre ventanas azules.

Nos ofrece chatarra a cambio de afecto.
Buenos Aires regala sus joyas.
Siete maniquíes, el hueso de un psiquiatra
durmientes en vías muertas
restos de hamburguesas en bolsas de arpillera
cien bolsas de arpillera sin hamburguesas dentro
un buitre con cara humana…
vi su dibujo en la tapa
de un libro de mitos urbanos.



También estaba la mujer alada
de manos y rostro cubierto de musgo
o el perro con patas de plástico
y celular en vez de lengua.

Pero el que me sofocó fue un viejo
su cuerpo estaba hecho de efectos naturales.
Ciclones, temblores, plantas quemadas,
edificios de paredes de vidrio…

Al regresar, contemplo el incendio de un banco
imagino monedas fundidas en manos de los avaros.
El edificio se derrumba, su inteligencia
forma un cerebro con chispas y rayos

………………………………………………………………………

Cuando era chico, creía en Dumbo
elefante hindú de las figuritas
que robaba del quiosco de mi tía
cuando pasaba el tren, y ella
apoyaba su cara entre las manos
acodada en una ventana rota
recordando a su hombre
de fe generosa que un día
se fue por las vías arrojando
flores de manzanilla. Tía
colgaba su mente en la alambrada
y yo en figuritas de chapa
dibujadas por artistas pobres y malos.

………………………………………………………………………

De Tos


No se de rutas que vayan al ensueño
no se de abrigo que entibie mi reflejo
no se la razón del que cuelga
no se de diablos, ni de llovizna.

¿qué aprendí en estos años
de piel deforme y guerras naturales?

A parar los relojes
que hacen posible
la entrega de virtudes
por correspondencia.

……………………………………………………………………

Creyó que en el infierno
todos seducían
a través de una piel
llamada ciencia.
Que el barro era gas
y el fuego calmaba la sed.

Abel pasaba las horas
acariciando animales
de lana perfecta.
Y no tenía sed.

Las cárceles vinieron después
cuando la adicción
a la carne muerta
hizo de Caín, un impulso.

Tanto le simpatizaba a Luzbel,
que el piso de la celda
se hizo abismo. Y no dudó
en presentarle
a una exquisita mujer
cuya física contenía
los secretos del cosmos.

Se entregaron
como el veneno a la lengua.

……………………………………………………………………..

El tren fantasma pasa
por delante. Por detrás
uno más denso
con formas y sombras.
Un tren físico.

Estación Floresta, aquí
se aquieta la epilepsia
después de un viaje
por el cuerpo
montaña rusa vestida
de azul hueso
zapatos de dinero… no

Estoy en el furgón.
Bicicletas colgadas como reses
soy dolor
viajando por un tajo
de ladrillos. Y el tren
transporta bacterias
contentas y feroces,
a destruir los tejidos
de la ciudad.

……………………………………………………………………

De Barrio Trucho



IV



Joaquín el pelahueso
trabajaba en el cementerio
de Flores.
Las tardes eran
de interferencia portátil
y sus ojos congelados
perdidos en los yuyos.

Joaquín lavaba
una docena de huesos
por día
luego sus manos
en un dibujo impreciso.
Joaquín
cuidaba a los muertos.

Un olor eterno
a galpón quemado
distraía a Joaquín.
A veces se lo ve
mover sus brazos
bajo los chispazos
del premetro,
ponerlos en tierra
y quedarse horas
ardiendo bajo el sol.

Las noches de Joaquín pasan
y un bar de la avenida Cruz
lo declara exquisito
patear una mesa
arrasar a la mujer de un
prójimo
que meta palo
y a la bolsa
y a Joaquín
la mano de los siglos
bajo un flash de olor
a galpón quemado
la soledad de un viejo
encendedor a bencina
y alguna que otra adicción
a un chico
sin muslos
ni piedad
entre sus pechos
que acaricia Joaquín
vendiendo su bragueta
a la muerte.

Si
una vieja deuda
esa de acariciar huesitos
y pelar
los últimos vestigios
de tendón
porque la vida de Joaquín
es como un gran
descanso.


……………………………………………………………………


XI


la historia triste
de una abuelita
que regaló sus tejidos
y sus flores
a las arañas

es triste
la historia
de las arañas
que tejen abuelitas
como países
donde posarse

los hilos enganchados
de los pulóveres
que se ponen
las arañas
y las abuelitas
para diferenciarse.
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e-mail de contacto con el autor: http://juanderio@hotmail.com/

lunes, 22 de febrero de 2010

Christian J. Kanahuaty - Cochabamba - Bolivia


contacto con el autor: Christianjk782@gmail.com


LOS CHICOS

Para Wilmer Urrelo Zárate

1.
Demetrio está vestido de plomo. Con zapatillas blancas y el cabello largo hasta los hombros, sin acné en la cara nos da su mejor sonrisa luego de años de ortodoncia. Tiene la piel blanca y no tiene vellos, calza cuarenta y dos. El reloj pulsera lo tiene sujeto a la muñeca izquierda. Todas las mañanas desde que tiene seis años estornuda muchas veces a causa de la alergia que le tiene al polen. Es el único hijo de un matrimonio que ya no existe más.

2.

Ángel mide un metro setenta, ojos cafés oscuros; cabello castaño lacio, cortado emulando el estilo de los jóvenes Beatles; tez trigueña. No usa anillos ni reloj pulsera. No se pone shorts porque no le gusta la forma que tienen sus piernas. Su voz es áspera, como si hubiera fumado grandes cantidades de cigarrillos en su niñez. Su piel tarda en cicatrizar más de lo normal y cada verano sufre grandes hemorragias nasales que combate comiendo mandarinas y tapándose las fosas nasales con perejil. Hace tres meses ha dejado de ser vegetariano.

3.
Ángel y Demetrio se conocen desde hace muchos años. Siendo sus madres amigas hubiera sido imposible que ellos no llegaran a ser amigos. Han discutido sobre mujeres, sobre ciertas canciones que uno cree que son fundamentales para entender su generación, mientras que el otro sólo les atribuye valor por su sonido. Discutieron sin llegar a nada concreto sobre deportes extremos, y para uno de ellos el arte jamás podrá explicar la vida y por eso prefiere prestar atención a las cosas que piensa que son más reales. El otro, como está empezando a escribir poesía y desde hace cuatro meses que pinta paisajes rurales con acuarela, prefiere quedarse callado. Así, poco a poco emergen los comentarios sobre las películas que vieron la semana pasada, luego pasan revista minuciosa a las anécdotas de las vacaciones de invierno. Esos momentos hacen que el tiempo pase volando, así pueden ser ellos mismos, sin pretender nada más que un buen momento que justifique el día.

4.
Cuando cumplen quince años, a uno de ellos le regalan un ramo de flores. Al otro un juego de rompecabezas de mil piezas que representa la catedral de Notre Dame de París. A ninguno le gusta demasiado el regalo recibido. Sólo dan las gracias con una sonrisa que, si se piensa bien, no quiere decir nada.

5.
Uno de ellos tiene pesadillas, pero siempre despierta antes de mojarse por completo. El otro, a veces se encierra en su habitación y repasa las canciones pop que transcribió aquel verano en el que estuvo solo.

6.

Ángel, al igual que Demetrio empieza a pensar en su futuro y en la carrera que debe estudiar. Desea ser ingeniero, pero detesta las matemáticas y sabe que sólo con esfuerzo no puede llegar muy lejos. Conoce que Demetrio ha manifestado en más de tres oportunidades su deseo de ser médico. Pero sabe que tampoco su amigo tiene mucha idea sobre el tipo de médico que quiere llegar a ser.

7.
Así que un martes parecido al anterior, Demetrio le dice a su amigo que se marchará; que irá a estudiar al extranjero. Al decir esas palabras, Demetrio se cuida más de lo aceptable para no mencionar el país o el nombre de la ciudad donde irá a parar con sus huesos. Ángel, a decir verdad, no se sorprende mucho, pero reconoce que no entiende nada. Prefiere cambiar de tema y preguntarle a quién dejará su colección de películas, pues desea que Demetrio se las entregue cuanto antes. Tras algunas preguntas y un razonable puñado de dudas, Demetrio decide dárselas dos días antes de su alejamiento. Ángel se despide deseándole suerte. Secretamente piensa que él ha salido ganando.

8.
Ángel se acuesta con Romina, se enamora de Mariana y seduce a Pamela. Juan lo odia y es el mejor amigo de Consuelo que tiene ocho años menos que él y es la hija de Sonia, su vecina del 1A. Se sienta junto a Raquel y siempre, viéndole la nuca está Rodrigo que quiere demostrarles a todos que ese tal Ángel no es la mosca muerta que aparenta ser.

9.
Demetrio sólo tiene a Laura. Se conocieron en los cursos preuniversitarios y se gustaron de inmediato. Cuestiones químicas, podría pensarse, pero puede que hubiera algo más de sofisticación en aquel encuentro. La quiere y ella lo respeta y pasa por su departamento tres o cuatro veces por semana para prepararle la cena. A Demetrio no le interesa ser parte del cuerpo de Laura y ella empieza a desconfiar, quizás esa tal Andrea sea la causa de todo; Laura ha encontrado mensajes de texto de ella almacenados en la memoria del celular de Demetrio y aunque no dicen más que generalidades, podría ser que en realidad oculten algo muy sucio.

10.
Ángel ha empezado a trabajar en una firma de arquitectos de relativo prestigio y es el responsable de tres proyectos. Uno de ellos que es financiado por la cooperación japonesa no es precisamente el que le quita el sueño, sino el otro; el que debe entregar en cuatro meses y que es supervisado desde el mismo Ministerio de Obras Públicas y Previsión Social. Además, por esos días, se ha mudado al departamento de Nadia. Vivirán juntos. Se conocieron, hablaron, rieron, se enamoraron.

11.
Cuentas por pagar. Libros que deben ser devorados antes de lo previsto y maquetas que nunca resisten las pruebas de calidad. Cheques que van rebotando y cirugías que se ven detrás del cristal, para descubrir que las náuseas son más fuertes que antes. Meses y meses sin saber qué hacer, hasta que uno de ellos empaca todo y dice adiós. La vecina del 1A le recomienda para un trabajo en una clínica que también tiene un pabellón dedicado a la belleza facial y al rejuvenecimiento corporal. El dinero ahorrado ahora es necesario para alquilar en un centro comercial dos tiendas unidas por una pared falsa donde instalará una distribuidora de materiales de decoración: Un año después, ambos se han acostumbrado a sus nuevas y delicadas funciones.

13.
Demetrio aún recuerda los sueños de Ángel. Pasea los fines de semana por barrios que se parecen en algo a su anterior hogar.

14.

Demetrio ha descubierto que no desea estar con mujeres. Las últimas relaciones que ha tenido no le han hecho ningún bien. A veces piensa en castrarse pues cree que suprimiendo ese órgano suprimirá el deseo.

15.
En el lugar donde Demetrio trabaja, las intervenciones avanzan y se revolucionan sin que él se de cuenta. Los implantes de senos ya son normales, las liposucciones son cosa de rutina. Los liftings llevan sólo unos minutos. Y como les va cada vez mejor han llegado a pensar en los pasos siguientes.

16.
El centro comercial, a causa del crecimiento de la ciudad, ha ido quedando más y más al centro de todo y en el justo medio de ese universo está la distribuidora de Ángel, que se ha convertido en la agencia principal, porque ahora el negocio posee tres sucursales. Una a cargo de Mónica, la hermana de Nadia, la otra está a cargo de Nadia y la última, que se fundó tan sólo hace ocho semanas, está regentada por Consuelo, la hija de la vecina del 1A que ya tiene edad suficiente para querer hacerse responsable.

17.
Demetrio está leyendo revistas médicas. No tiene título pero ha ingresado a quirófano como enfermero ayudante y ha soportado con éxito la visión que le ha producido la implantación de senos. Es también el encargado de hacer el seguimiento a tres hombres que, en base a una exhaustiva fórmula, están desarrollando glándulas mamarias, cambios en el timbre de su voz y diferentes secreciones en la orina.

18.
No sé explicar cómo es que el informe médico que está leyendo puede ser tan hechizante. Ciertamente le han realizado varias pruebas pero él cree que aún debe existir algo que no está tomándose en cuenta en su caso. Nadia lo mira y no sabe qué pensar cuando lee sobre su hombro la palabra: “disfunción” seguida de un paréntesis que contiene las palabras: “Esterilidad crónica”.

19.
Un sueño largo es interrumpido por una secuencia de imágenes aterradoras. Demetrio despierta envuelto en sudor ácido, ha tenido una pesadilla.

20.
A pesar del tiempo que llevan juntos las noticias no son alentadoras ni fáciles de sobrellevar; más aún cuando el deseo de una familia es más fuerte que la capacidad que se tiene para entender lo que no se quiere comprender. Ángel deja que Nadia se vaya, pero no le pide otra cosa que la firma de un nuevo contrato. Ella lo lee con los ojos mojados y rojos, lo besa por última vez. Ángel le acaba de regalar la sucursal.

21.
Federico, luego Sergio, después Fabricio y ahora, Martín. Todos ellos han entrado en la vida de Demetrio y lo han hecho feliz. No lo han complicado como otras y le han enseñado el reverso de la pasión, del amor y de la piel.

22.
Vendió casi todo. Regaló lo que sobró. Compró un boleto y sin despedirse de nadie más que de la vecina del 1A, Ángel se fue de la ciudad.

23.
El médico le explica el procedimiento. En realidad, él ya sabe cómo y en qué tiempo tendrá resultados; pero aún así debe escuchar lo que vendrá por otros labios; de los labios del que hasta ayer fue su jefe. Saben que su relación desde ese momento ya será otra, pero eso no les impide guardar esperanzas sobre un futuro de nuevas complicidades.

24.
Ha tenido suerte. Muchas personas le han dado referencias adecuadas sobre su amigo y como ya tiene algún dinero ahorrado puede disponer de su tiempo con facilidad. Lo buscará y le contará todas esas sensaciones que lleva guardadas en la garganta.

25.
Las hormonas han funcionado. Sus ojos, a pesar de tener el color de siempre poseen un brillo jamás expresado. Las depilaciones han sido lo de menos. El quirófano ha sido preparado. Antes de ingresar concientemente se despide de sus antiguos colegas con la voz que tuvo y para jugar un poco y romper la tensión se despide de las administradoras con la voz que tendrá.

26.
Seis horas. Juegos plásticos. Un cuerpo en un quirófano como éstos es un cúmulo de plastilina. Implantes adecuados, pigmentos precisos: Aquí se está trabajando el futuro. El cuerpo de antes era sólo una ilusión. El verdadero ser emergerá de entre las gasas. Será bautizada de nuevo. Ella también tendrá una oportunidad.

27.
Una tarde de finales de otoño, Ángel la ve en una cafetería frente a un parque, se acerca a ella, y ella le sonríe. Hablan, caminan y entran a la sala de un cine para entretenerse viendo una película cuyo título no les importó conocer. Cuando salen ya están más que juntos. Como si desde siempre se conocieran. Quedan para verse la mañana siguiente y se despiden con un beso. Ángel, un poco nervioso le pregunta su nombre, ella se acerca a él para que sienta un poco más su perfume y le responde: “Paola”. “Me llamo Paola, Ángel”, se besan de nuevo y ríen al separarse. Al caminar, Ángel ha decidido estar con ella y olvidar todo lo demás. Ella dentro del taxi que acaba de tomar de la esquina, prefiere no pensar. Se muerde un poco el labio inferior, juega con sus pulseras de plata y ve cómo la noche hace encender los escaparates de colores.



HIJA

Extracto de: "Museo"


La madre vio a su hija acercarse y recordó que le tenía que hablar de algo que había estado postergando durante semanas. Su hija tiene quince años y goza de buena salud, es bonita y su cuerpo está empezando a adquirir la forma adecuada. La madre empieza por un rodeo, le comenta que la leche ya no cuesta dos veinte como antes y que el tomate y la carne están subiendo cada día y que hay poca papa en el mercado. Eso a su hija no le importa mucho y en muchos sentidos no entiende por qué su madre le está diciendo todo eso, si ella ya lo sabe. Su madre le explica que su trabajo no es difícil, que consiste en hacer felices a los hombres y siempre estar dispuesta a escucharlos, ya que ellos pagan por ser escuchados; incluso pagan para sentirse queridos por unos minutos. Ahora su hija no entiende nada. Ella siempre creyó que su madre regentaba un hostal, pero ahora empieza a entender que esa no es realmente su tarea en dicho lugar. Su labor es otra, y su hija acaba de imaginarla a través de los pliegues que se forman en los párpados de su madre que empieza a contener las lágrimas que quieren salir. Le dice que se tiene que depilar, que tiene que pintarse los labios y que debe hacer algo con su cabello, no puede tenerlo suelto y enmarañado todo el tiempo. Le cuenta que ha quedado con el dueño del lugar. Que su ingreso será el próximo viernes, un primer viernes como debe ser, y que hasta entonces ella se encargará de enseñarle todo lo que los años y los hombres le han inculcado en su cuerpo y en su memoria. Una vez más le repite que el oficio no es difícil, que al principio duele, pero que luego de los días es como un simple ardor. Le dice que la clave es no dejarse besar ni tocar mucho por ellos y menos aún debe de involucrarse en los problemas que ellos le cuentan. Dice que puede pensar en otras cosas mientras ellos hacen lo suyo, que así será más fácil. Su hija entiende todo y por primera vez en su vida, escucha a su madre con atención y cierto respeto. Se da cuenta que su madre no es ni remotamente la más bonita del lugar pero comprende que sólo ella puede enseñarle todo lo necesario para sobrevivir en ese lugar. Se queda quieta y espera a que su madre se levante para que así ella pueda hacer otra cosa. Su madre sólo alcanza a darle un abrazo y ella siente en el cabello de su madre el aroma de todas las horas consumidas dentro de esas camas añejas, curtidas y sonámbulas.

jueves, 18 de febrero de 2010

Soledad Nieto

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Tìtulo: Terraza Kandinskiana
Tripticos de 3m ancho x 1.20 de alto
Tecnica Mixta






Tìtulo: Cielo Chino
Tripticos de 3m ancho x 1.20 de alto
Tecnica Mixta




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martes, 16 de febrero de 2010

Didier Franco - Colombia

COSAS



ÉXTASIS. Acrilico sobre lienzo 50 x 35 cm. 2009.

CUBISMO




DE CUERDAS. Acrilico sobre lienzo.120 x 100 cm. 2009.




PORTEÑA SOLEDAD. Acrilico sobre lienzo.80 x 100 cm. 2009.

VIRGENES URBANAS



PAÑITOS DE AGUA TIBIA. acrilico sobre lona. 50 x 70 cm. 2009.


UNA MIRADA




ROSTRO 4. acrilico sobre lona. 57x80 cms.(col. particular)


******** Contacto: didierfv@gmail.com*******************************************

Griselda Sardas

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fue osado tu cuerpo sobre el mío y el testimonio del unguento almizcle,ese estado que amparo como gigante glotonería.
Elijo existo a un iluso olvidado
invento la táctica galante a la lengua lánguida...y túpidos todos como gomero urbano le gritamos al general Alguiso: ¡gordo opaco te lástimo con las brasas de mis palabras! y con posibilidades de pulpo tomo el timón y voy loma adentro entre la brisa y la bruma , te busco, único, inagotable.
Y te beso con luces de guindas...blancas, pero de guindas.


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Florencia del Guesso

Florencia Del Gesso tiene, hasta el momento, editado un libro llamado ‘elpaísdelviento’.El cual pueden conseguir mediante la Editorial Independiente Morosophos (www.morosophos.blogspot.com / morosophos.editorial@gmail.com).




Canta la ausente

Estoy acá.
Me llaman abril, azul, amor.
Roto el cable, yo no tengo nombre.
Olvido los restos abiertos en la piel
del tatuaje oculto
bajo la línea de mis senos.
Me dicen, me dictan en mayúsculas
-como gritos-
las respuestas equívocas
a mi camino de flores altas
como alambres de púa
en el pasto del jardín.

Estoy acá y quiero una puerta.
Una ventana, un agujero
una abertura donde poner los huesos
de estos años de ancianidad repetida
y juventud acelerada.
Estos tiempos de guitarra coja
de espías en la noche
de comodines ausentes
y figurita repetida
en el album de recuerdos.

Estoy acá.
Alguien pregunta, alguien insiste.
¿Es la noche una mujer hambrienta
con las piernas abiertas
pidiendo, en aullidos de loba
un secuestro, un cofre de sueños ajenos
para amamantar a sus crías muertas?

No tengo respuestas.
Yo sólo poseo
Un cuaderno liso
llamándome al vértigo
de la letras oscura
como la noche
y su vejez eterna
de madre huérfana.

Me crucifican viajera, vagabunda, amante.
Me empapelan la espalda
con canciones de nadie
que debo rellenar de nombres propios
de besos nacidos
de sexos comulgados
y arraigos imposibles.

Estoy acá.
Como un río de fresias
marchitas
en el boulevard de mis pupilas.
Como una certeza que no perdura
como un piano chillando
des.afinado
en la mañana
tuerta
de agosto
convulso
en la esquina de mi sexo.

Acá estoy.
Buscándole nombre
a mis muñencas ciegas
y desnudas.
Y olvidando, por tercera vez
el mío propio.

Matías Flocco

Desde hace más de una década el multifacético Matías Flocco improvisa y esquematiza sus sueños, sus proyectos y sus ideas de un modo totalmente independiente y autodisciplinado. Sus obras son realizadas con materiales que para muchos no son sino basura: restos de pinturas, maderas y telas que terminan en sus manos convirtiéndose en magníficas obras de arte de una calidad y estilo único y genuino.
El artista se basa preferentemente en la estética utilizando imágenes y formas delineadas que llevan un tinte simbólico tras los colores y los cuerpos llegando hasta lo informe, lo abstracto y lo interno como una expresión del alma que, sin dudas, es el Arte mismo.
Las obras que se exponen a continuación pertenecen a sus últimos trabajos, los cuales podrán contemplarse en el Tercer Encuentro Internacional del Movimiento Artístico Latinoamericano, acompañados de los textos de Andrés Bonvin.
La primera, cuyo nombre original permanecerá oculto por razones ajenas al mundo, ha sido rebautizada por Bonvin como “El Gringo” con motivo de hacer más comprensible la interpretación en conjunto con el artículo periodístico que ha redactado motivado por la pintura.
“Yessey”, como se titula su último trabajo, ha nacido de “La Noche del Día”, novela ejemplar del ya mencionado escritor, con el cual se proponen generar un vínculo más intrínseco entre las letras y los matices, la prosa y las líneas.




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Titulo: "El gringo" ... El autentico estereotipo del forro.


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Titulo: "Yessey"


…la boca entreabierta, asomando tímidamente sus dientes de nieve, muestra en los labios una extraña mueca de dolor o tristeza, contraído el labio superior hacia la comisura derecha, podría ser, a la vez, mueca de aversión tanto como de hastío…


extracto de la novela ejemplar
"La noche del Día" de Andrés Bonvin




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Titulo: "Gertrudis."

Medidas: 120cm x 100cm.


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hvaldez, Madrid - España

DIOS




dime como llegaste a estar en la nevera...
la última vez que te ví
no tenías tan mala cara
algo de conejo saltón, inquieto y moviendo la mandíbula,
pero llegar a esto...
vamos,
entre los zadajos y las natillas de limón.
así como dios te trajo al mundo
un cero a la izquierda del plato de comida...