jueves, 14 de abril de 2016

Germán Sigwald


extractos de: The Spirit of the Midnight Cream

Divagáramos

Nada, estábamos montando un laboratorio-cabaret.
Ah, mirá que bien.
Sí, está bueno.
Cómo es.
Las copas se sirven en alambiques y probetas de vidrio,
las camareras van de científicas locas con anteojos y batitas
cortitas blancas,
hay un truco de magia con reacciones químicas,
un número con chicas evocando lo de Jekyll y Hyde,
pero en versión punk femenina,
un Frankenstein negro,
hecho por un stripper, negro,
bien dotado
y al final
una operación de siamesas unidas por la espalda.
Será difícil, digo, conseguir el personal.
No te creas.
Me encantaría verlo.
Te aviso.
Ok.



Vodevil II

Vodevil charlatán que tomás
Que tomás frío el champagne
Apagás la bajás la ponés tenue
Manejás dibujás corriente alterne

Si la ves me entendés el por qué
De mis indecisiones perplejas
Si no está es que se fue sin avisar
Se alejó y partió y no la vió

Y volvió bajo el puente en el bar
Y montó otra vez la mesita
Y probó con las medias negras

Se insinuó al destino y fingió
Que un pase mágico cambió
Que no sé que por qué cuestión
Le falló el experimento

Se apagó la luz del salón abucheó
Y lamentó su lamento
Se extinguió por Berlín
Suspiro por Paris
Vodevil Vodevil

Empedrado vital que supo conservar
Estilo manera y forma
Frivolizando ibas
Buscando quebrar la norma

La función está bien es un poco modesta
La canción es alegre de musiquita antigua
Pretencioso Vodevil cabaretero y supino
Teatralizante la forma es así
Artificial y coqueta

Es la artista pizpireta
La reina del Vodevil

Cuando la luz se ilumina la boca se queda abierta
La performance elegante
El detalle en colorado
Los brazos van enguantados

Vodevil qué grato tu trato manso
Qué magia paralela de terreno inexplicado
De fantasías conductuales un transgredido compendio

Vodevil Vodevil de manicomio
Es una fiesta elegante
Tenés que venir con moño.


Amenazada

Parece o es casi seguro que el hombre está en vías de extinción.
Digo el hombre, no la humanidad,
El hombre y su vieja testosterona,
El caso es que no da para más,
Parece que por ahora
Prescindibles será lo posible.
Es una pena, señores.
Se acaba Roma,
Lloró la última Eva.

No utilizan la semilla,
La técnica evolucionó,
Ahora ellas son todas igualitas
Por causa de la clonación.

Batallaron contra el hombre
La fiera y el domador,
Perdió el hombre su galera.
La fiera se lo comió.


Frutos Secos

Una nuez pelada
me recuerda al cerebro,
los dos hemisferios,
luego cada hemisferio
me parece un mini pollo
pelado y cocinado al horno,
finalmente las cáscaras
me recuerdan a las carabelas
que fácilmente hacíamos
con palillos y plastilina.

Las poníamos en un mar
de plastilina azul cobalto,
y ahí se quedaban quietas.

También hacíamos tortugas
con los mismos materiales.

Ahora mismo me gustaría
hacer un mono de plastilina
con el cráneo rebanado donde se vea
una nuez a modo de cerebro.

Lo pondré en un pastito verde
y se quedará quieto,
ya sé cómo funcionan
la plastilina y las nueces.


El Eternauta

Era un fatigado del espacio inmenso,
Demorado en un rulo ridículo del tiempo.

Postmaldito desolado y en silencio,
Muertos sus amores por nieves radioactivas.

Convertido en ejemplar invisitado,
En especie abandonada.

Eternauta luchador y combativo,
Hombre común, capricho del destino.

Conocer el fin del mundo lo hizo más triste,
Finito su mundo. Pobre mundo.

Una membrana plástica te salva,
La bolsa de basura que te evitó el copo.

Fue una nevada lenta, dolió,
Encegueció, de luz a negro,
Todo fue de negro a eterno.
Al negro que tiene lo eterno.

Negro de duelo eterno.


Confieso

Que siento mi propio filo
Que puedo cortarme
Ser sucio y pervertido

Me puedo indescribir
Ser vil y pernicioso
Ser grosero y facineroso

No consigo mirar atrás
No entiendo soy acromático
No hay luz roja en el semáforo

Es el deseo todo mi control
Confieso también que miento
Y si el acero místico se ha ido
Ya no digo lo que siento.


Futuro Ignoto

El sonido del xilofón, los detalles del fagot, qué gusto, qué
exquisitez, qué qué qué. Asertivo.
Los caminos húmedos de ladrillo molido donde inicia su olor el
ozono temprano de la lluvia siempre nueva cuando vamos
saliendo.
Las luces pequeñas, medidas, justas, paramétricas.
La delicadeza y la potencia, lo diestro.
Caminar en un arpegio, liviano, lívido.
Autopistas afables, destinos deseados libres de cableado.
Un seis cilindros en línea, armonizado.
El motor ronroneando, no forzado.
El aceite frío.
La radio en frecuencia modulada y alta fidelidad.
El tanque repleto de octanaje.
El tiempo, adelante, allá voy.
Por la cinta asfáltica de la carretera inexplorada.

Testamento


Lego
Lo lego todo
No puede mi egoísmo evitarlo
No es tan poderoso

Dejo, testo y lego
No pretendo trascender
Esto no tiene arreglo

Es un guiño falso de la educación falsa
La vida que ahora se demuestra falsa

Vida no te vas por defecto
Fallas

Y legamos, el candelabro, el secador de pelo,
llevate vos la foto del abuelo.

jueves, 7 de abril de 2016

Gabriel Francini

UN POEMA


a veces encuentro un poema
quisiera encontrarlo todo el tiempo
sería como verme por la ventana
entre las estrellas del sol y la luna
estar ahí y acá al mismo tiempo
entre los pétalos radiantes que van y vienen
bailando la danza cósmica
sería como olvidarme en el borde del río
pasando por los puentes irreales de la vida
y tras la mente beber las llamas
las llamas radiantes que van y vienen
bailando la danza cósmica
a veces un poema me encuentra
me busca para que no muera de pena
me desarma de cada cosa y hace
que todo sea nada y nada todo



PAISAJE INTERIOR


Alrededor de una pared, gira la nube.
La nube que más aleja el viento enloquecido.
Mis pasos aletean sobre la tierra vibrante
mientras el cielo se desnuda una quietud.
Estoy atrás de una catástrofe de esferas,
un germen giratorio de mares que se hunden;
contemplo esos planetas y corazones
como tocando los huesos de mis sentimientos.
En el polvo de esta montaña
donde se aniquilan las ruinas congeladas,
me intensifico al comunicarme con un ángel.
El ángel del sol anegado en el pasto.
El alma se me aparece sonora,
cantando desde el más claro de los árboles
como el pájaro que mordió el viento
o el rayo de luz interfiriendo neuronas.
Se desconecta una catarata
y los densos arroyos vacíos de gritar
me deshojan de tanto silencio.
Lejos de todo, existe un paisaje interior
que pasa por mi ser diciéndome espuma.






EL SOL QUE CREÍ MI CORAZÓN


cuando una senda se esfuma
y lo real es de humo
entonces cómo vivir
esta ilusión que se desvanece?

en qué forma del cielo ya vacía
persistirá el poema
de lo que antes se llamó milagro
y ahora sólo es imposible?

vidas de cristal eran los días
en que el tiempo no se escapaba
horas que eran olas sin mar
en profundo adiós se estrellan

ahora veo la oscuridad
que se escondía detrás de mis ojos
la luz traspasó la luz
del sol que creí mi corazón



DESHACER MI CANCIÓN


Bebí mi sangre en la fuente del río original
para hallarme entre las plumas naufragadas
y fecundar mis albas del día errante.
Encontré las tormentas para romper mi canción
y generar una vibración en la cadena tenue.
Soy montaña de melodía, el que deshace
el mundo para hacerlo brillar
entre los carbones encendidos del camino.
Aislé lo eterno y me fui
al desierto transparente a contaminarme de mi alma
trascendiendo cada sombra de milagro que se va.
Callado en formas de oro quieto, me negué
hasta explotar para la enajenación taciturna
como el corazón utópico de toda realidad.
Y porque la noche es luz en mi inconsciencia,
crepité más hojarasca al volar insomne frío
de extraña rareza, de números blandos
y la fatalidad que es de nocturno plástico.
Me fui a sacarme los pasos, a doblar el rumbo
y conquistar sólo un canto de nieve.




VACIAR


El alma entró en el alma.
Me suicidé. Soy yo.
Me hallé en un árbol desfondado en el ser del ser.
Deshacer,
deshojar aire,
aire de aire,
el viento es nada menos el viento.
Al amanecer de ningún instante,
vivo un poema de verdad:
él es todo, yo soy él,
y me salvó de morir de pena.
Sólo ni nada,
estallar lentamente,
tensar la orilla de dos fríos insondables.
¿Qué hay que no sea vivir o morir?
Entre irreal y real
entre más allá de más allá
y otra otra cosa,
mi alma me vació.
Del laberinto de mis heridas
surgió deshacerme sin sombra
ni sol ni sombra del sol.
La mente se fue por adentro.
Arribé por abajo al árbol rodante
desfondado entre la brisa.
Mi muerte está conmigo,
espera aunque no espera nada;
si ya es, todo es deshacer.
El alma entró en un árbol en la vereda.
El ser, en un instante.

Me vacié.