sábado, 31 de mayo de 2008

Gastö Van Lacke

*Vuelo*





*Tierras perforadas*






LOS PLANOS SE SUCEDEN-


Adoquines reflejando brillos del sin tiempo fulminan a
la luna
-
Conciencia conversa apagada en las noches anónimas,
Abren al ser su otro
como piernas devoradoras de calles ausentes de vida
primera, primitiva.
¿Memoria abre ajenas?
Noches fueron,
noches de los brillos fulminantes
viéndome enfrentado
a las primeras visiones de lo que soy.
Llegué guiado por la estrella solar,
en muchos trenes de recorridos mínimos hacia ambos
lados
alejándome de mi destino o encontrándolo
como el brillo recorre el adoquín fulminando la
historia.
La casa estaba llena de almas perdidas
apenas hablaban, gemían esporádicas noches
como si susurrasen agónicas
canciones de altas planicies blanquecinas.
Pequeños grandes seres cubrían con curitas el lugar,
hermanada tripulación
también de sangre.
Jóvenes viejos, viejos jóvenes alegres de ningún lugar
con códigos, sin tiempo, con historial.
A veces daban miedo y a la vez provocaban
una gran atención:
semejaban áureas luminosas
como signo de lo que se es
mantenidas ocultas
ensayando estando
su noche personal.
Aunque agua aire sea fuego tierra
Y no actos que simulen lo que no es
cuando no hay porque fingir sino decir
sin asfalto los adoquines se hunden en la tierra
progresivamente
obligando pisar de otra manera a cada paso
pasos cautivos y de una prudencia exquisita
ninguna tierra está exenta de las guerras.
Ellas, en sus brebajes, provocaron esta sucesión
de mundos transparentes, abismales y consistentes
como los sueños.
Sí, noches radiantes, tan felices como pavorosas,
encerrados en la casa interminable de aquellas calles.
Paredes de noches y humedades
como espejos de fuego de los bosques,
seres desvelados en hondas pesadillas.
-
Observando la memoria explayarse fuera de nosotros
cambiándonos a su libre trajinar.
Tan inmensamente muertos,
como sueños imposibilitados de extinguir
como el espacio que hay entre los recuerdos
y lo que está pasando justo en este momento,
y volvieron en esta reunión, de los pasillos a la
terraza,
las fiestas más concurridas del pasado.
Cimientos de raíces, la calle y la casa,
espesos árboles acompañan a los transeúntes.
Conjunción de la noche antaño siniestros entraron;
siniestros de excesos, soles apagados, castigos de
luna,
reproches tardíos, a tiempo bajaron la premisa,
como vientos secando las humedades
y la primavera sería al fin algo benigno.
Los siempre forajidos encontraron en aire
la fragancia protectora, la hierba prensada,
y por encima de la casa, la esquina y los árboles,
tiritaban ínfimas y lejanísimas conciencias,
secretas voces de estrellados vueltos estrellas.
Cuando vi el brillo en los adoquines tras la caminata,
la calle se hizo en cuadrilátero de luna misma,
había estado corriendo los días absurdos
sin dar con respuesta alguna,
ráfagas de mirra y crayones se hicieron en un mapa,
devolvían los brillos que habían sido fulminados
devolvían el tiempo a lo que no había llegado
como testigo y parte de lo que pasaba.
Sombra de todo lo que ocultas,
memoria en mi presente enfrentado
junto a otras memorias encontradas
fuimos testigos de la luna fulminada
transformando a través de sus brillos,
adoquines, casas, árboles, habitantes del tiempo
fugado.
Sueños surgían del chocar intimidades en el tiempo
fugado.
-
Nuevamente comenzaba la primavera,
vientos y soles secaban las humedades
de brillos mortecinos que todo lo resaltan,
aullando el palpitar de los corazones atormentados
que se auto congregaban en el borde de la naturaleza.
Nuevamente impulsos de hermandades
limpiaban rencores antepasados, esos aires
estremecidos,
cada uno decidió cargar con su culpa y no echarla
creando enemigos
será en fiesta bajando todos un poco las premisas
sin falsas justicias y políticas aisladoras
que compran muertos con sus subsidios
en vez de convivir con sus almas, que están aquí al
lado mío.
-
Las ciudades crearon el puente una vez más
los pabellones darán al salón, el salón a la verdadera
calle,
oxígeno que te devolverá el color de tu áurea, agua
bebe ser.
Eran visiones las que me llevaron a enemistades
para finalmente dar con los aliados
que me acompañarán en este y en otros universos,
que me darán vida en la memoria
mía y la de los que comparten sinceros acercamientos
antes, ahora y después.
Sueños que llevan al camino de la elocuencia
espectral.
Sueño de algún misterio que responda el porque
convoque y continuar.
Sueño a la casa como noche
en la que caben todos los esenciales brillos.

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